Viñetear matemáticas ha sido durante años lo que las aceitunas a la pizza: un adorno para muchos, un infarto para los hipertensos, una búsqueda estética del pizzero; una corriente fresca en la polenta hirviente de coherencia de la ciencia. He navegado esas aguas con afán interpretativo, una especie de Susan Boyle sin fama ni voz, mi aporte invisible.
1 comentario:
genial!!!
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