lunes, 10 de marzo de 2008

Viajando en un convertible rojo.


Daisy piensa en un montón de cosas violetas: moras, labios y los torsos de los bañistas más audaces que se sumergen en las aguas de Mar del Plata pese a los trece grados bajo cero que hoy quince de julio de 2008 te calan los huesos. Cosme, volantea con ganas haciendo sonar el ripio de la interestatal 325 mientras cruza Nuevo Méjico con la cara de Don Johnson. A su lado, sobre el asiento de leopardo sintético, descansa una guitarra igualita a la que en este instante esta usando Mark Knopfler en Dublin.
Mark apreta los dientes y pone a vibrar la sexta cuerda con fuerza para arrancar con "Calling Elvis", una señorita que está sentada en la primera fila se acomoda el escote de la remera fucsia que lleva adosada al cuerpo como si fuera de latex con la leyenda "Mi nombre tambien es Daisy" escrita en tinta de plata. Daisy, la de Mar del plata siente el frio por primera vez y piensa que fue una locura meterse en el agua, y piensa tambien en Cosme que deberia estar llegando con los quinientos mil dolares al Banco Bruselle Lambert y por fin podría depositar toda la plata en la cuenta del fiolo moscovita que la tenía peor que a Jodie Foster en Taxi Driver.
Es un puto segundo. Mark se distrae y le pifia a la cuerda de "Calling Elvis" y arranca con "La gallina turuleca" de Gaby,Fofo y Miliky, Daisy en mardel siente que se le hace un nudo en el esternón como si le hubiera encallado el Titanic entre las tetas, el jodido ripio le juega a Cosme el ancho de espadas y atrás le manda el basto; por más que pisa el freno se come el semi de BJ con mono y todo; Daisy, la de la remerita fucsia, intuye que no volverá a ver nunca más a su hermana.

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